mi madre ha estado guardando todo este tiempo una lata de galletas danesas llena de los lápices de colores que fueron pasando de curso conmigo y mis hermanas. Están felizmente agotados, como cuando lo estábamos al terminar las fiestas de cumpleaños de nuestros amigos, con esa pátina de haber vivido historias de todos los colores tan propia del confetti que queda en el suelo el día después de carnaval.
¿puede haber mejor tesoro que una colección de lápices llenos de historia (e historias) descansando en una caja de galletas?
imaginad mi sorpresa al encontrar, además, un lápiz en el que había escrito mi nombre...
¡bienvenidos a la colección vintage de corazón de galleta!
5 comentarios:
Después de ver la primera foto me han entrado unas ganas terribles de pedirte un autógrafo. ¿No llevarás un lápiz encima? ;-)
jajaja, a veces tengo momentos de diva... ¡cosas del sombrero! por cierto al, tengo un lápiz especial para ti :)
:-)
el collar lapicero grabado es genial, me encanta!
¡Gracias Elena! viniendo de ti es un superpiropo!!! :)
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